agosto 23, 2009

WALKING AROUND

SUCEDE que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.


El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío.

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tripas mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.




agosto 22, 2009

Sacrificio

Déjame conducirte una noche,
al altar de mi Olvido.
Y amarrarte allí, con los retazos
de mil días desnudados.
Sacrificarte, con el puñal
de mis recuerdos.

Fuiste tú,
y solo tú,
quien derribo todas mis barreras.
Quien, tras la muralla de arrogancia,
descubrió al niño temeroso y aterido.
Fuiste tú,
y solo tú,
quien desnudo mis cuarteles,
descubriendo todas mis estrategias
he invadiendo con tu aroma,
todos mis pensamientos.

Mal Espíritu,
deja que mi animo exorcice tu nombre
de mi memoria.
Ocúltate tras el velo inicuo
de tu belleza.
Ya no quiero respirar el aire,
que expelen tus noches angustiosas.

Deja que busque solo,
yo solo,
el árbol tras la noche.
Deja mi camino, aunque sea de piedras
y lleva tus rosas al olvido.

Buscándote a ti,
encontré las estrellas.
Sacrificándote en mi Olvido,
encontrare el Universo.

agosto 10, 2009

Contigo II

Antes que caiga la Luna,
el ultimo otoño,
me gustaría sentir tu regazo lacónico
acomodado en mi memoria.

Pudiera llenar tu cuerpo de versos.
Podría contarle poemas nocturnos a tus
amaneceres.

Sigues ahí,
Sonámbula y misteriosa.
Y yo, dibujándote con mis plumas y,
matizando tus colores con mi sangre.

Estas ahí.
En la penumbra,
con mis poemas entre tus piernas.

El aguijón de tu mirada,
No se clava todavia en mis pies.
Pues aún puedo huir de ti.

Tampoco te acomodas en mi corazón,
porque mis latidos, aun no son los tuyos.

Pero lo siniestro de tu arrullo,
se acomoda en mi cabeza,
penetra en mis ojos,
invade mi mirada.
Y no me permite ver a nadie más que a ti.

Y ya no puedo pensar en otra cosa,
que el cruel anhelo de volver a vivir,
aquellas fatigadas noches de adormecimiendo y,
respirar, otra vez, tu mismo aire.

Contigo,
las tardes son violetas y,
los inviernos de rojos escarlata.

Contigo

¿Puedes ver el Universo a través de mis espejos?
Es de noche y cruje el cielo.

Las lágrimas caen y rebotan cobrizas
en la madre…

Las nubes gritan.
Los arboles bailan.

Tú y yo mirando el universo
a través de nubes egoístas.

¿Quieres saber mi secreto?
-te pregunté-

Y sé que con contigo,
Se me va la vida y la Paz.

-Sí- sola y única es tu respuesta.

Te tomo en mis brazos y el Universo es nuestro.
Ya no a través de mis espejos,
Sino con el ímpetu de la Aurora Sangrante.

¿Estás ahí?
-Estoy aquí, contigo-

No hay más mundo,
Sin tu mundo.

El Cielo brama,
La Tierra gime.

Tu conmigo cabalgando en una nube.
Yo contigo descendiendo a los abismos…