febrero 16, 2009

Todo es Absurdo

Todo es absurdo.
El calor de la noche no me deja pensar
¿Qué hago yo aquí y ahora sentado
pensando en lugares y situaciones comunes?
¿Qué hago permitiendo que secuestren mis miradas,
que se acaben mis sonrisas a cada instante?

El aliento de la noche me quema.
Ya no siento una caricia suave
y ensoñadora como antes.
Ahora sus palabras son fulgor desatado.
Trato de encontrar aquel lugar que perdí,
ese pequeño refugio oculto entre mil cuerpos.
Ya no está.
Nadie me lo robó.
Fui yo quien olvidó el camino.

Te dije que por ti sería capaz de cambiar.
Pero no entendiste mis palabras.
¿No te das cuenta que estoy
al otro lado de la muralla esperando por ti?
Ahuyentado mis palabras y mis miedos,
en la antesala de aquella mirada.

Te entregué mis renuncios,
te regale mil momentos.
Pero ahora estoy aquí,
en la noche triste,
sin saber dónde ir.

No me queda nada más
que escribirte una poesía.
Mientras espantó de mi lugar aquellos demonios,
aquel terror que siento cada vez que no estás,
cuando pienso que te irás.

Todo es Absurdo